Los rostros de la pobreza son muchos.
Los rostros de la pobreza son muchos.
La mayoría de ellos son rostros de mujeres «aquellas mujeres que sostienen la mitad del cielo» y sin las cuales la victoria en la lucha contra la pobreza no puede alcanzarse.
Los rostros de los niños, jóvenes, discapacitados y ancianos, de los pueblos indígenas, de inmigrantes y refugiados, aquellos que el progreso ha enviado a la periferia.
La pobreza también aparece de muchas formas: como pobreza masiva endémica en los países mas pobres y menos desarrollados, como bolsas de pobreza entre la riqueza aun en los países mas ricos; como empobrecimiento repentino a causas de desastres naturales o hechos por el hombre; como pobreza temporal por despido o como pobreza persistente a largo plazo de los marginados que realizan trabajos insalubres con baja o nada remuneración.
Sea cual sea la manifestación, la exclusión social que acompaña a la pobreza constituye tanto una violación a la dignidad humana como una amenaza a la vida misma.
A una escala global, la pobreza es un problema rural, con el 80% de los pobres del mundo viviendo en zonas rurales.
«Aspiramos a una sociedad en la cual ninguno sea tan pobre que no tenga nada para dar y ninguna sea tan rico que no tenga nada que recibir.»
Juan P II (Asamblea General de las Naciones Unidas)